El próximo 27 de febrero se llevará a cabo una Marcha Nacional por la Salud Pública, impulsada por más de 80 organizaciones. Según informó Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el Hospital Garrahan, la movilización principal partirá desde el Ministerio de Salud hasta la Plaza de Mayo, acompañada por diversas acciones en distintas provincias.
La convocatoria fue acordada en una reunión de coordinación el pasado jueves 13 frente al Hospital Garrahan. «Ya salimos cientos de miles por la educación y contra los ataques fascistas a la diversidad. Ahora, es el turno de movilizarnos por la salud. La destrucción del sistema público nacional que está impulsando el gobierno de Milei puede ser irreparable», advirtió Lipcovich.
Un reclamo que involucra a trabajadores y usuarias del sistema de salud
Lipcovich destacó que la convocatoria no solo incluye a trabajadoras y trabajadores de la salud, sino también a colectivos de personas que utilizan los servicios de salud. «Llamamos a la población trabajadora en general a movilizarse porque la crisis de la salud es gravísima, y las políticas de Milei y Lugones solo tienden a agravarla», expresó.
Señaló también que el Hospital Garrahan, la principal institución pediátrica del país, sigue en crisis debido a la constante emigración de trabajadores y trabajadoras a causa de bajos salarios y malas condiciones laborales. «Con la lucha de 2024 conseguimos un 15% extra, pero sigue siendo insuficiente y retomaremos medidas», aseguró.

Críticas a las políticas sanitarias del gobierno
Lipcovich denunció que la desarticulación de sectores clave del Ministerio de Salud, como las direcciones de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, Vacunación y Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, no solo afecta a los trabajadores despedidos, sino que también expone a la población a graves riesgos sanitarios.
«Si a esto sumamos la pretensión de cerrar el Bonaparte, los despidos en el Sommer y el Posadas, no caben dudas de que se busca finalizar la tarea inconclusa de la dictadura militar: desmantelar definitivamente toda responsabilidad del Estado nacional en los servicios de salud», afirmó.
El dirigente sindical también criticó la burocracia sindical por «aislar deliberadamente las luchas debido a sus pactos con el gobierno» y acusó a la administración de Lugones de favorecer el negocio privado en la salud. «Indudablemente hay que poner un freno a esto y lo organizaremos desde abajo. La defensa de la salud pública solo se logrará con una gran movilización popular», concluyó.