La recorrida de campaña del presidente Javier Milei en el conurbano bonaerense terminó en un violento ataque. Manifestantes arrojaron piedras y botellas contra la comitiva oficial, obligando a evacuar al mandatario, a su hermana Karina Milei y al diputado José Luis Espert. La agresión se da en el marco de un tenso clima social y político, con el gobierno envuelto en denuncias de corrupción
Una caravana de campaña que se esperaba fuera una muestra de apoyo popular para los candidatos de La Libertad Avanza en Lomas de Zamora se convirtió hoy en un escenario de caos y violencia. El presidente Javier Milei, junto a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el diputado José Luis Espert, sufrieron un violento ataque con piedras y botellas que obligó a su seguridad a evacuarlos de urgencia.
El hecho se produjo cuando la comitiva circulaba en una camioneta blanca, saludando a los simpatizantes, en una zona donde también se concentraban manifestantes opositores. De repente, comenzaron a llover objetos contundentes, impactando contra el vehículo. El video del incidente, que rápidamente se viralizó en las redes sociales, muestra a los custodios desplegando escudos para proteger al presidente, quien tuvo que ser bajado de la camioneta y trasladado a un auto blindado para salir de la zona.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, no tardó en condenar el ataque en su cuenta de X, acusando a «militantes de la vieja política» y al «kirchnerismo en estado puro» de instigar la violencia. «No hay heridos, lo único que hay son muchos que van hacia el más absoluto de los olvidos. Kircherismo nunca más», escribió. El propio Milei, también desde sus redes sociales, publicó una foto del vehículo con una piedra en el techo y culpó a los «kukas tirapiedras» de «recurrir otra vez a la violencia».
El diputado José Luis Espert, por su parte, tuvo una salida aún más dramática: tuvo que huir del lugar en la moto de un militante. El ataque en Lomas de Zamora no es un hecho aislado. Se produce en un momento de alta conflictividad, con el gobierno enfrentando graves denuncias de corrupción que salpican a la propia Karina Milei. Además, la situación de vulnerabilidad económica y el descontento de los manifestantes con las políticas de ajuste del gobierno han generado un clima de profunda tensión.
La agresión a la caravana de Milei, un acto de campaña para las próximas elecciones legislativas, es la muestra de la polarización que vive el país y de cómo el conflicto social se traslada a la calle, poniendo en riesgo la integridad de los dirigentes políticos.