Trump impone aranceles del 25% al aluminio y acero argentino

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que no hará excepciones y aplicará aranceles del 25% a las importaciones de aluminio y acero provenientes de Argentina. La medida afectará exportaciones por más de USD 600 millones anuales y golpeará a empresas como Aluar y Tenaris, que dependen en gran medida del mercado estadounidense para colocar su producción.

El comercio bilateral con EE.UU. había registrado en 2024 un superávit de USD 229 millones para Argentina, tras exportaciones por USD 6.454 millones e importaciones por USD 6.225 millones. Sin embargo, históricamente hubo déficit comercial. Trump justificó la decisión argumentando que su país mantiene déficit con casi todas las naciones y solo mencionó a Australia como posible excepción debido a su compra de aviones, lo que contribuye al superávit estadounidense.

Entre 2004 y 2024, Argentina exportó un promedio de USD 3.289 millones anuales en aluminio, hierro, acero y sus manufacturas, de los cuales el 21% tenía como destino EE.UU. Aproximadamente el 43% de las compras de aluminio argentino fueron realizadas por el mercado estadounidense, lo que refleja el impacto que esta medida tendrá sobre la industria local. En 2024, la industria siderúrgica argentina registró una caída del 22,6%, mientras que la fundición de metales descendió un 17,6%, lo que agrava la situación del sector ante la nueva política arancelaria.

La decisión de Trump revive antecedentes de 2018, cuando su administración impuso aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio. En ese entonces, el gobierno de Mauricio Macri logró negociar una exención parcial mediante un acuerdo que permitía exportar una cantidad determinada sin aranceles. Sin embargo, en 2019, antes del fin de su mandato, Trump restableció los aranceles para Argentina y Brasil, afectando gravemente la industria metalúrgica de ambos países.

Ante la nueva imposición, el gobierno de Javier Milei analiza estrategias para contrarrestar su impacto y buscar una exención. La Cancillería argentina, junto con representantes del sector industrial, busca abrir canales de negociación con Washington para minimizar las pérdidas y garantizar la continuidad de las exportaciones a Estados Unidos.